Quieres blanquear tus dientes sin gastar mucho dinero y sin tener que pasar por dolorosos tratamientos que desgastan el esmalte dental y te dejan con dientes sensibles?
Solo necesitas dos ingredientes que probablemente ya tienes en casa, se trata de bicarbonato de sodio y agua oxigenada, pongámonos manos a la obra.
Ingredientes:
• 1 cucharadita de Bicarbonato de sodio libre de aluminio
• 1 cucharadita de Agua oxigenada en concentración del 3%
• 2 o 3 gotas de Aceite esencial de menta (opcional)
Preparación:
Mezcla todos los ingredientes y sumerge en la mezcla tu cepillo de dientes durante dos minutos antes de cepillar con tu pasta dental como de costumbre, colocando la pasta dental sobre el cepillo con el blanqueador para suavizarle un poco el mal sabor.
Hazlo una vez al día durante varios días seguidos hasta conseguir el blanco deseado y luego solo hazlo una vez a la semana o cada dos semana para mantener el tono.
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